Sofrología

La mayoría de los que padecen tinnitus observan que, a medida que aumentan sus niveles de estrés, se incrementa la presencia del tinnitus. Parece existir una clara correlación entre el estado emocional, el aumento del estrés y la percepción del ruido.
La sofrología aplicada a los acúfenos pretende reducir su connotación aversiva, es decir, el nivel de toxicidad emocional ligado a los síntomas del acúfeno y, en definitiva, hacerlos más soportables.
Esto se une a la idea de tratar el tinnitus en varios frentes, utilizando diferentes enfoques y técnicas, como la suplementación, la relajación, el trabajo sobre la mente y las emociones combinado con el tratamiento de audio.

En términos más generales, la sofrología, desarrollada hace unos 60 años por el psiquiatra colombiano A Caycedo, es un enfoque psicosomático que busca tratar al paciente de forma holística y global en lugar de hacerlo exclusivamente a nivel de los síntomas.
Asocia la respiración controlada, la relajación dinámica y las imágenes mentales para mejorar el afrontamiento de las situaciones ansiógenas.
Esta preparación física y mental se utiliza mucho en los deportistas de élite, en la preparación de exámenes o como coadyuvante en el tratamiento del dolor en diversas patologías.

Varios estudios científicos realizados con personas que sufren acúfenos han demostrado claramente la eficacia de la sofrología como solución alternativa.
Varios estudios han informado de mejoras significativas desde las primeras sesiones de tratamiento.

Por lo tanto, el médico responsable del paciente podrá proponer un protocolo de sofrología en el cuidado del paciente con acúfenos.
El protocolo destinado a tratar el tinnitus incluirá unas diez sesiones de una hora a una hora y media cada una repartidas en un periodo de 10 semanas.

El resultado se obtiene trabajando sobre el sistema límbico (sede de las emociones) que está en constante comunicación con el córtex auditivo, zona dedicada al procesamiento de los estímulos sonoros ya sean reales (objetivos) o sólo percibidos por el paciente (subjetivos).

La sofrología ofrece una gama completa de técnicas y herramientas como la sugestión, la habituación, la relajación muscular, la visualización, la reinterpretación, así como diversas herramientas que tienen la ventaja de poder utilizarse tanto en el consultorio como en casa.
Un protocolo de sesiones específicas basado en etapas y objetivos permitirá al acúfeno relajarse a pesar de la presencia de ruidos parásitos, y adquirir herramientas que le permitan gestionar los momentos de percepción intensa del acúfeno de forma autónoma.
A medida que avanza el protocolo, se tratará de gestionar mejor las emociones ligadas a la presencia de acúfenos, considerando al sujeto que sufre acúfenos crónicos, no ya como el único portador de un problema de oído, sino más globalmente como un individuo con dolor.

Protocolo

He aquí un ejemplo de protocolo de tinnitus sofrológico:

La fase 1, que consiste en forjar la alianza terapéutica, incluye la elaboración de la historia clínica para recopilar datos, evaluar la gravedad (en el THI), comunicar las explicaciones consensuadas del síntoma y establecer los objetivos del tratamiento. El paciente aprende que es posible adquirir reflejos de relajación con respecto a la percepción del tinnitus.

La fase 2 se centra en los síntomas, aumentando la conciencia del entorno acústico, incluido el tinnitus. El sofrólogo guía al paciente hacia un estado de profunda relajación muscular y mental y de distanciamiento del ruido parásito.

La fase 3 consiste en una “habituación” progresiva, es decir, en tomar distancia del acúfeno. Guiado por la voz del sofrólogo hacia un estado de transición entre la vigilia y el sueño, el sujeto aprende a sustituir las sensaciones negativas inducidas por el acúfeno por sensaciones neutras o agradables que pueden asociarse a una señal específica para crear un “reflejo de relajación”.

De esta forma, el paciente adquiere una autonomía que le permite gestionar gradualmente por sí mismo los episodios en los que el acúfeno se vuelve intrusivo.
Para alcanzar los objetivos de estas 3 fases, el protocolo utiliza ejercicios codificados adaptados al tinnitus y despliega técnicas específicas de respiración, relajación dinámica e imágenes mentales.
Cada sesión termina con un tiempo para que el paciente exprese libremente sus sentimientos.

Otras técnicas similares.

Programación Neurolingüística

La PNL nació en Estados Unidos en 1972. Creada por John Grinder y Richard Bandler, esta forma de terapia es el resultado de una cuidadosa observación y modelado del trabajo de psicoterapeutas tan notables como Virginia Satir, Milton Erickson y Fritz Perls.
Estas técnicas se diseñaron originalmente para permitir a las personas aprender de forma fácil y eficaz patrones de comportamiento asociados a la excelencia.

La eficacia de la Programación Neurolingüística radica en que no sólo funciona a nivel mental. En efecto, va mucho más allá al actuar sobre todo, al igual que la Sofrología y la Hipnosis, a nivel de las emociones. El objetivo es intervenir directamente en el inconsciente a través del lenguaje y el uso de los cinco sentidos.

Su eficacia en el tratamiento de los síntomas del tinnitus no ha sido objeto de un estudio al que sea posible referirse.
Sin embargo, podemos considerar que, por las herramientas y recursos que utiliza, la PNL sigue siendo una solución creíble que puede aportar resultados positivos para algunas personas con acúfenos.

Terapias cognitivo-conductuales (TCC)

Desarrolladas inicialmente para tratar la depresión, estas terapias han demostrado desde entonces su eficacia, especialmente en el tratamiento de la ansiedad y el dolor crónico.
Interviniendo en el terreno psicológico del paciente, esta solución alternativa se basa también en el uso conjunto de técnicas de relajación y reestructuración mental.

El objetivo de las terapias cognitivo-conductuales es también mejorar la actitud de la persona hacia su tinnitus.

El análisis de los datos científicos sobre este método no ha revelado ningún efecto significativo sobre la intensidad subjetiva de los acúfenos.
Sin embargo, se encontró una mejora significativa en la depresión relacionada con el tinnitus y en la calidad de vida, lo que indica que la terapia cognitivo-conductual tiene un efecto positivo en la forma en que los pacientes afrontan el tinnitus.

Como conclusión de este capítulo, se puede decir que estos diferentes métodos forman parte de la caja de herramientas de autotratamiento a disposición de la persona con tinnitus y que, aunque dichos métodos no pretenden eliminar el problema.